¿Has tenido que lidiar con rosácea? Si tienes curiosidad acerca de este grupo de afecciones cutáneas, sospechas que podrías tener algo así o conoces de qué hablo, ¡quédate aquí! Compartiré percepciones erróneas o poco conocidas sobre el origen de la rosácea, mis batallas y éxitos, y consejos que podrían ayudarte.


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Actualizado el 12 de agosto de 2022

¡Hola, y bienvenido si eres nuevo por aquí! Este post va a ser un poco diferente ya que voy a compartir my propia (y reciente) experiencia con varios tipos de rosácea.

La rosácea comprende varias afecciones cutáneas comunes caracterizadas por rojez esporádica o persistente normalmente en las regiones centrales de la cara.

Aquí me adentraré en algunas de las características moleculares y clínicas de la rosácea. Pero, sobre todo, espero que conocer cómo ha sido mi experiencia con diferentes clases de rosácea sea de alguna manera de ayuda para ti.

¿Qué tipos de rosácea existen?

Existen cuatro tipos principales de rosácea. El origen de cada una de estas afecciones cutáneas no se comprende completamente aún. No obstante, todas comparten algunas cosas en común en sus manifestaciones clínicas (fundamentalmente rojez).

Sin embargo, la rosácea es una afección muy individualizada. Es decir, los síntomas clínicos, las causas moleculares y los factores que desencadenan el comienzo o brotes de la enfermedad varían significativamente de una persona a otra. La experiencia con la rosácea es diferente para cada uno.

Por ejemplo, una misma persona puede desarrollar uno o más tipos de rosácea simultáneamente. Además, la rosácea puede aparecer en cualquier tipo de piel (y color, yo tengo un fototipo medio) y en cualquier momento de la edad adulta. ¡Así que mejor sigue leyendo!

Veamos brevemente las potenciales causas moleculares, desencadenantes (y tratamientos) de los cuatro tipos principales de rosácea.

1· Rosácea vascular (eritemato-telangiectásica)

Algunas causas principales

Este tipo de rosácea parece tener fundamentalmente un componente vascular y neural. En este tipo de pieles aparecen vasos sanguíneos dilatados o rotos (llamados telangiectasias) principalmente en las mejillas, donde suelen presentar un grado variable de rojez persistente o intermitente (inducible).

Puede que pienses: “Yo tengo algunos capilares visibles en las mejillas – ¿Tengo rosácea?» Mi respuesta es que quizás tienes algo de cuperosis, que, desde mi perspectiva y experiencia, no es lo mismo que la rosácea vascular. Yo lo veo más como un potencial estado previo.

Con ello quiero decir que el tener cuperosis incrementa tu probabilidad de desarrollar rosácea vascular u otros tipos de rosácea en algún momento de tu vida. Cuando narre mi propia experiencia después entenderás mejor mi punto de vista.

Rosácea vascular moderada en los pómulos.
Rosácea vascular moderada en los pómulos.
Desencadenantes

Hay muchos (para la rosácea en general).

El calor intenso (duchas calientes, baños de vapor, etc.) puede que sea un desencadenante universal.

Otro factor ambiental que sin duda puede hacer brotar la rosácea es la radiación ultravioleta UVB de la luz solar: este tipo de radiación alcanza la epidermis, y puede dañar sus células (los queratinocitos). Cuando eso sucede, dichas células liberan moléculas inflamatorias que estimulan la angiogenesis en la dermis. Es decir, la proliferación de nuevos vasos sanguíneos.

Además, tiene lugar un aumento de moléculas de adhesión en los vasos sanguíneos antiguos y nuevos. Y en consecuencia, un mayor número de leucocitos de la circulación se adhieren a dichos vasos sanguíneos y entran en los sitios con rosácea.

Eso provoca brotes de rosácea, que pueden adoptar un ciclo vicioso y convertirse en duraderos (es decir, la rojez comienza a manifestarse de forma persistente o muy frecuente). Es más, la radiación UVA del sol, que llega a la dermis (y a los vasos sanguíneos), no beneficia la situación.

La radiación ultravioleta desencadena rosácea: mecanismo molecular.

Otros factores que pueden precipitar brotes de rosácea son el alcohol, algunos comestibles (como alimentos picantes) o ingredientes incluidos en productos para el cuidado personal.

No obstante, cada piel con rosácea tiene sus desencadenantes particulares. Es más, hay gente que es sensible a numerosos factores. Por el contrario, otra personas son resistentes a la aparición de brotes al contacto con muchos desencadenantes típicos.

Tratamiento

Algunas sesiones de láser vascular en el dermatólogo para sellar o colapsar esos vasos sanguíneos sub-óptimos pueden ser la mejor opción para mantener este tipo de rosácea bajo control. Incluso una o dos sesiones pueden tener un impacto positivo y duradero (dependiendo de la severidad de la rosácea).

Rosácea vascular severa.
Rosácea vascular severa.

2· Acné rosácea (rosácea papulo-pustular)

Esta variante de rosácea comparte algunas características con, y parece, acné común (mira la imagen debajo). 

Una causa principal

El exceso de una bacteria que poseemos en nuestra piel, llamada Cutibacterium acnes, es un componente crucial en la patogénesis del acné. De un modo similar, un ácaro que tenemos en nuestra piel, llamado Demodex, subyace la patogénesis de este tipo de rosácea (el mismo vive dentro de los folículos pilosos y glándulas sebáceas).

Tratamientos

Como todo en la rosácea, esto es muy individual. Algunas buenas opciones son compuestos antibióticos/antiparasitarios como la doxiciclina, la ivermectina, o el metronidazol. Los mismos ayudan a eliminar el exceso de ácaros y disminuir la inflamación cutánea (el ácido azelaico tópico consigue esto último también).

Rosácea papulo-pustular.
Rosácea papulo-pustular.

3· Rosácea fimatosa

Ésta se caracteriza por un aumento del tamaño y rojez de la nariz (y frecuentemente las mejillas).

Una causa fundamental

Parece estar relacionada con una hiperactividad de las glándulas sebáceas en dichas áreas. Ello va de la mano con la sobre-activación del sistema inmune. Todo ello puede terminar causando daño a la arquitectura del tejido. Y, si no se trata, puede causar una gran deformación de la zona (la piel puede llegar a endurecerse).

Busca tratamiento

Por lo tanto, si tienes algo parecido a esto (mira debajo), visita lo antes posible al dermatólogo.

Rosácea fimatosa. Fuente de la imagen: rosacea.org
Rosácea fimatosa. Fuente de la imagen: rosacea.org

4· Rosácea ocular

Puede afectar uno o ambos ojos. Suele conllevar escozor, sequedad y rojez. Y puede llegar a causar problemas de visión.

Algunas causas principales

Por un lado, parece tener un componente vascular. Por otro, el ácaro Demodex puede causar problemas en la superficie ocular.

Busca tratamiento médico cuanto antes

Las personas que padecen este tipo de rosácea pueden tardar tiempo en darse cuenta de que algo serio sucede en sus ojos. La rosácea ocular a veces no es fácil de diagnosticar. Así que si los síntomas persisten, insiste.

¿Qué tipos de rosácea he tenido yo?

Cuando era pequeña tenía unas adorables mejillas rosadas que a todo el mundo encantaban. Bueno, ahora sé que las hermosas mejillas contenían capilares sanguíneos frágiles.

Cuando crecí, algunos capilares dilatados se hicieron visibles (la cuperosis apareció). Años después, los capilares visibles y la rojez se hicieron más evidentes.

Yo describiría el mío como un caso más o menos leve de rosácea vascular. No tengo una rojez facial marcada ni arranques de rojez prominentes (tras la exposición solar u otros factores desencadenantes).

Mi rostro adquiere un tono rojizo cuando corro, bailo o tomo duchas calientes o baños de vapor (de hecho, los evito). Pero nadie lo ve extraño o exagerado.

También he sufrido rosácea papulo-pustular. Esto no es tan extraño en alguien con piel grasa en la zona T (el resto de mi piel facial es equilibrada, nada seca) y una historia médica de acné inflamatorio severo en ese mismo área (además de la cuperosis).

Y aún estoy lidiando con síntomas menores de rosácea ocular que, honestamente, espero que desaparezcan. Soy así de optimista 🙂 Por cierto, mi visión en ambos ojos es ahora óptima.

Cuando era pequeña ya tenía los pómulos rosados.

¿Cómo comenzó y se desarrolló todo?

En base a mi propia experiencia, he de decir que el estrés puede desencadenar el inicio de la rosácea. Para mí, existe existe un claro vínculo entre ambas cosas. Y realmente, hay una evidencia científica creciente que lo apoya.

Hace unos años, en 2014, pasé por un periodo en increíblemente estresante en el trabajo: seguro tuve continuos picos de cortisol casi todos los días durante meses. Tenía ansiedad y problemas para dormir bien.

Entonces (en 2014/2015) me di cuenta de que tenía más capilares faciales visibles en lugares donde antes no existían, como mi nariz o barbilla (era la progresión de la rosácea vascular).

También empecé a tener algunos extraños granos de acné (esto fue el comienzo del acné rosácea). Sin embargo, como adulta mi piel había sido propensa al acné y, por tanto, no le di demasiada importancia.

Más adelante (en 2015), advertí que mis párpados superiores aparecían hinchados por la mañana cuando me despertaba. Es más, mi párpado derecho a veces permanecía como si se estuviera “cayendo” durante el día.

Por entonces, yo solía apretar bastante la mandíbula mientras dormía (debido a la tensión nerviosa). Así que consideré que esa debía ser la causa del “fenómeno párpados”. Sin embargo, aquellos eran los primeros signos de rosácea ocular.

Pasado un año y medio (en 2016/2017) sufrí un gran brote de acné rosácea. Aparte de las típicas pápulas y pústulas (con pequeñas cabecitas blancas), la piel de mi nariz se dilató.

Todo ello fue casi tan traumático como los brotes de acné severo que había tenido antes de todo esto.

Gracias a la dermatóloga que me trató, mi piel quedó bajo control en uno a dos meses.

El estrés continuado puede dar lugar al inicio y a brotes de rosácea.
El estrés continuado puede dar lugar al inicio o brotes de rosácea.

Unos meses después (ya en 2018) me diagnosticaron conjuntivitis erróneamente varias veces (años después supe que en realidad se trataba de rosácea ocular).

Los médicos me recetaron unas gotas para los ojos con antibiótico y corticoide (Tobradex). Pero mi ojo derecho no se recuperaba bien.

Eventualmente, empecé a sentirlo lloroso, el párpado “caído” empeoró y ese ojo se veía ligeramente más pequeño que el izquierdo.

Entretanto, fui a una revisión al ginecólogo y me hice unos análisis de sangre exhaustivos: todo (incluyendo el sistema inmune y las hormonas) parecía estar bien.

En ese momento (temprano en 2019), un nuevo doctor me dijo que mis síntomas podrían ser debidos a una alergia (me prescribieron algo para eso).

El siguiente doctor, que no había nada por lo que alarmarse, solo era algo de ojo seco. Para entonces, la córnea de mi ojo derecho (la superficie del globo ocular) se ponía roja en ocasiones – solo que no estaba roja el día de la visita médica.

El acné rosácea estaba totalmente bajo control. Lo que significa que mi cara no gritaba rosácea. Lo que aún no sabía entonces es que mi viaje por consultas médicas aún tomaría un tiempo.

La rosácea ocular puede confundirse con conjuntivitis.
La rosácea ocular puede confundirse con conjuntivitis.

La siguiente oftalmóloga (en urgencias) me dijo que no sabía lo que tenía – solo que no era ojo seco.

Y la siguiente que tenía blefaritis (una inflamación de los párpados). De acuerdo con esta última, unas gotas y toallas limpiadoras (sin receta) eran suficiente, el tratamiento adecuado.

En el verano de 2019, me había trasladado de Barcelona a Madrid. Mientras trabajaba con el ordenador, advertí visión borrosa. Mi ojo derecho se sentía seco, y la situación era ya insoportable.

El siguiente oftalmólogo me sugirió ver un especialista de la superficie ocular. ¡Menos mal! La córnea de mi ojo derecho se había deteriorado debido a la constante inflamación y, por ello, tuve de repente la visión borrosa. Además me confirmaron que tenía Demodex en los párpados.

¿Ves? La rosacea ocular puede conducir a afecciones adicionales en los ojos si no se trata adecuadamente. Menos mal que al final encontré una doctora que me ayudó a recuperar la integridad de la córnea de mi ojo derecho. Pero el periplo de la rosácea ocular no terminaría ahí.

Las soluciones: ¿cómo he conseguido mantener la rosácea bajo control?

Acné rosácea

Cuando tuve el brote en 2016/2017, la dermatóloga me prescribió doxiciclina oral e ivermectina tópica (Soolantra). Eso me ayudó a deshacerme del exceso de Demodex (e inflamación).

La misma me recomendó usar un peeling con 15% de ácido glicólico y ácido salicílico todas las noches. Y cuando el acné casi se había quitado, me aconsejó utilizar un scrub (exfoliante físico) con ácido salicílico para mantener las áreas propensas a acné “bien limpias” (lo usaba varias veces a la semana). Por la mañana me aplicaba una hidratante rica en escualano y glicerina (sin fragancia). Y protección solar.

Ten en mente que mi piel es bastante grasa. Otras personas con rosácea probablemente no tolerarían este tipo de rutina. Continué con la misma rutina durante meses. Pasado un tiempo, cambié la hidratante rica por una más ligera (con menos escualano y más humectantes, como la trehalosa).

Los ácidos glicólico y salicílico ayudan a mantener mi piel libre de acné (rosácea).
Los ácidos glicólico y salicílico ayudan a mantener mi piel libre de acné.

Mi rutina de cuidado de la piel ahora es similar (julio de 2021): solo que ya no uso el peeling cada noche. Me lo aplico unas tres noches por semana. Y utilizo el scrub de ácido salicílico únicamente cuando lo necesito, ahora como mucho una vez por semana.

Ello es probablemente debido a que en 2021 mi dermatóloga me mantiene con una dosis mínima de isotretinoína (oral) a la semana.

La isotretinoína (un retinoide) regula la producción de sebo y las glándulas sebáceas dentro de los folículos pilosos – incluyendo los de las pestañas. También estimula la renovación celular. Por lo tanto, contribuye a evitar el sobre-crecimiento de microorganismos causantes de acné (por lo que ya no necesito mucho el scrub). 

Un consejo si tienes acné: no te seques la cara con una toalla. Usa un pañuelo de papel o gasa limpios. Esto ayuda a mantener a los microorganismos causantes de acné fuera de juego. Yo aún lo hago.

Rosácea ocular

Esta parte ha sido la menos fácil. La superficie de mi ojo se recuperó (gracias a distintas gotas anti-inflamatorias, como ciclosporina), y mis párpados quedaron limpios (debido a una higiene máxima acompañada inicialmente de un antibiótico tópico).

Pero, en 2020, mis ojos aún no estaban bien. De modo que acordé con mi oftalmóloga varias sesiones de IPL (Luz Intensa Pulsada) para tratar la rosácea en mis mejillas, seguidas de una extracción de sebo de los párpados (es decir, una limpieza).

Se suponía que esto debía ayudar. Pero después de un par de sesiones, dejó de hacerlo: me salió un gran orzuelo en el párpado derecho a causa de la limpieza (todavía estoy lidiando con sus restos).

Por supuesto, el orzuelo no ayudó con la inflamación ocular.

Consulté entonces con la dermatóloga. Me recetó antibióticos: azitromicina oral y metronidazol tópico para la línea de las pestañas. El orzuelo sanó rápido: después de dos meses había desaparecido casi por completo y la rosácea ocular mejoró.

Continúo usando metronidazol – hasta que no haya resto del orzuelo. Simultáneamente, mis ojos siguen mejorando.

Ahora mi ojo derecho me molesta leve y ocasionalmente. Cuando tengo alguna ligera molestia uso gotas de ácido hialurónico sin conservantes. También evito duchas calientes y ciertos protectores solares que me provocan escozor en el ojo.

Rosácea vascular

La rojez en mis pómulos mejoró ligeramente con la IPL (en 2020). Pero solo pude deshacerme de la mayor parte de ella después de dos sesiones de láser vascular en 2021.

La dermatóloga pudo eliminar incluso algunos capilares dilatados que tenía alrededor de mis ojos. Quitar la inflamación en torno a esos capilares de este modo me ayudó también con la rosácea ocular.

Podría necesitar algunas sesiones ocasionales de láser vascular en el futuro. Pero la situación ha mejorado.

Así que este es mi camino. ¡Estoy contenta ahora! La rosácea puede ser desafiante. Pero hay luz al final del túnel.

La piel y los ojos con rosácea tienden a ser sensibles. Y los inesperados desencadenantes y brotes pueden ser frustrantes. Puede que afecte a tu autoestima. Además, algunos de los tratamientos médicos son costosos.

Si sospechas que te encuentras en ese lugar, te animo a que busques ayuda médica cuanto antes. Y borra de tu mente que la rosácea es una enfermedad incurable.

Estaré encantada de responder cualquier pregunta debajo.

Un abrazo,

María

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